lunes, 17 de marzo de 2014

Ocho apellidos vascos

Un amigo me dijo una vez que cuesta lo mismo ser optimista que pesimista. Y tal vez tenga razón; pero por experiencia propia sé que, a veces, el chaparrón es tan grande y tan largo que cuesta ver el arcoíris. Por eso, si te dan la posibilidad de divertirte y pasar un buen rato hay que aprovecharlo. Y eso es lo que hice ayer: no desperdiciar la oportunidad de reírme durante 98 minutos.

Ese es el tiempo que dura la película Ocho apellidos vascos. El tándem Rovira, Lago, Machi y Elejalde es, bajo mi punto de vista, magistral. Y el reparto secundario tampoco se puede olvidar. Los tópicos vascos y andaluces, a pesar de ser muy típicos, están tan bien escalonados y conjugados que la carcajada sale prácticamente sola. Y es muy curioso porque, por lo general, si algo se espera pocas veces sale bien. Pero la verdad, que el guión está muy bien pensado para salir del cine con una sonrisa de oreja a oreja.

Yo hacía mucho que no iba al cine, y me sorprendió la inmensa cola que había para ver esta película. De hecho, la sala estaba repleta. Supongo que, en el fondo, nos gusta reírnos de nosotros mismos.

Respecto a la banda sonora, junto a los politonos de la Txalaparta y la canción “Sevilla tiene un color especial”, se cuela un dueto entre un andaluz y una vasca. David de María y Leire Martínez, vocalista de La oreja de Van Gogh, son los encargados de poner voz al tema “No te marches jamás”. Canción que resume muy bien el argumento de la película y cuyo video clip recuerda muchas de las escenas más divertidas esta historia. Esas que, si has visto la cinta, te vuelven a poner una sonrisa en la cara.

No te marches jamás - Leire Martínez y David de María