El caso es que esta canción en concreto la descubrí después, al igual que otras tantas. Y me gusta escucharlas porque te recuerdan un momento de tu vida que nunca vas a olvidar. En mi caso, me inspiran mucha fuerza. Y eso que soy de las que piensan que el cáncer no es ninguna batalla que librar. Que no se trata de luchar ni pelear contra algo que no ves, pero sabes que está ahí, dentro de ti y no puedes hacer nada más que desear con todas tus fuerzas que el tratamiento sea efectivo y ese tumor remita.
Si no conocéis la canción, os animo a escucharla. Como he dicho antes, a mi transmite paz y fuerza. Dos sentimientos muy importantes antes, durante y después de un tratamiento oncológico.
Réquiem - Vega