Iván Feria e Iván Mateos, actuales integrantes de Atacados tras la marcha de Luis Frochoso y Arturo Jiménez, se han unido a Noelia Franco para reeditar "Matándonos de Amor". La voz de la malagueña empasta perfectamente con la de Feria, y el resultado es esta preciosa versión acústica.
Se acaba de terminar octubre, así que voy con retraso. Pero se me acumulan las tareas a realizar.
El mes pasado fue el mes dedicado al cáncer de mama. Una temática que me toca de cerca porque la he padecido. Supongo que es por eso que llevo un par de años dedicándole canción, y este año no había hecho aún.
Ya conté en una entrada anterior que el tema Vivir, de Rozalén y Estopa, me gusta especialmente porque me saca una sonrisa. Este año he estado escuchando creo que todas las que se han hecho con esa temática, y he descubierto una que me ha gustado mucho también. Es la que compuso Jorge Ruiz, vocalista de Maldita Nerea, en 2015. En "Tú eres la vida" dice verdades como puños en cuanto a lo que se puede sentir cuando estás en pleno tratamiento o cuando te diagnostican la enfermedad. Eso junto a los versos de ánimo crean la atmósfera perfecta avanzar cuando se ha vivido esa situación.
Creo que hay canciones que están ahí esperando a ser descubiertas en el momento oportuno, ni antes ni después. Al menos, eso es lo que creo que me ha sucedido con la canción “Mía” de Belén Aguilera.
No me había parado nunca a escuchar nada de esta catalana, hasta hace muy poco. Y ha tenido que ser precisamente con este tema que habla de la importancia de aceptarse y perdonarse para poder seguir adelante. Justo en el momento en el que precisamente eso es lo que estoy procurando hacer.
“Mía” nos habla de heridas del pasado y recaídas del presente. Todas forman parte de nuestra vida y perfilan cada vez más nuestra personalidad. Esa personalidad en la que es tan importante querernos, perdonarnos y sentirnos bien con nosotras mismas. Sin olvidar nunca lo vivido.
Mía – Belén Aguilera
Ya
no me duele
Ya no me hiere
Pensar en lo que fui
No
lo he borrado
No lo he olvidado
Pero ya no está aquí
Ya
no me muerden, no me convierten
(Mhhh)
Ya no me despiertan, no
me persiguen
(Mhhh)
Los días
En los que el reflejo del espejo me dolía
En los que
contigo como arma me protegía
Los que creía que el amor me
salvaría
Como ves, no siempre he sido mía
Vuelvo
al pasado
Fuego apagado
Cenizas verde-gris
Vine
al futuro
Ya no está oscuro
Pero yo sé que en mí
Hay
algo que vuelve
Y que a veces muerde
(Mhhh)
Pero voy a
pararme
Aprenderé a perdonarme
(Mhhh)
Los días
En los que el reflejo del espejo me dolía
En los que
contigo como arma me protegía
Los que creían que el amor me
salvaría
Como ves
Hay
días
En los que las cosas no salen como querías
Y me llueven
recuerdos de cuando te despedías
Y siguen doliendo aún las balas
recibidas
Y hasta en esos momentos soy tan mía
Ay
mía
Nos toca aprender a perdonarse recaídas
Y
abrazarme muy fuerte y recordar que soy mi amiga (amiga)
¿Os ha pasado alguna vez que os han aconsejado (a veces casi exigido) ser más egoísta y pensar más en vosotros y cuando habéis hecho caso esa persona se ha enfadado? A mi sí. Y más de una vez. Supongo que no es lo mismo pedirle a alguien que aprenda a decir no que recibir esa negativa.
Decir "no" es algo que cuesta. Influyen muchos factores: el momento, la persona, el estado anímico... Pero a veces es necesario hacerlo. Porque muchas veces no te apetece hacer eso que te piden. No quieres hacerlo. Y ese compromiso que a veces tenemos con los otros para no defraudarles, nos puede llegar a defraudar a nosotros mismos.
Cuesta verlo, pero se termina viendo. No es cuestión de ser egoísta. Lo explica muy bien Rozalén en su último tema "Que no, que no", canción compuesta para la última película de Icíar Bollaín: "Si elijo ser mi prioridad, no es cuestión de egoísmo. El tiempo de calidad parte dedicado uno mismo. Y si no me sale del corazón, voy a aprender a decir que no. Quien bien me quiere lo va a comprender".
En esas estoy, aprendiendo. Y comprobando que es verdad que quien realmente te quiere, lo comprende y te respeta.
Me gusta descubrir canciones y más cuando éstas me sientan como un guante. Aunque no siempre sean canciones alegres, de hecho no suelen serlo, las considero especiales.
"Sargento de Hierro" y "Menosperdida" son dos temas descubiertos últimamente y que me han llegado especialmente. La primera es del grupo Morgan, pero yo la conocí gracias a la versión que hizo Maialen en Operación Triunfo.
Cuando una canción me emociona y me engancha, lo que sucede es que investigo qué más ha hecho el o la artista que la interpreta. Así he descubierto que Chica Sobresalto ya tenía un disco en el mercado y que en ese trabajo se pueden encontrar temas como "Menosperdida", que merece mucho la pena escuchar.
Descubrí a Andrea García en los casting de Operación Triunfo 2020. Me gustó su espontaneidad y la versión que hizo de la canción Haizea de Ken Zazpi. Su actuación la valió estar entre los últimos 80 aspirantes del programa y participar en el casting final.
No hubo suerte y no se coló en la gala 0. Pero esta vasca siguió en su empeño, grabando covers y conciertos. El trabajo y el esfuerzo han dado frutos y gracias a la producción de Jagoba Ormaetxea, anoche Andriu pudo estrenar su primer single y videoclip. Que todo pase es un tema de sonido actual y pegadizo, y la letra cobra especial sentido en estos tiempos que vivimos.
El tema habla de alguien con quien queremos estar y por la distancia no es posible. A mi me ha gustado porque me ha hecho pensar en un tiempo pasado en el que no había confinamiento, pero sí existía una distancia con alguien especial. Ahora mismo, todo el mundo tiene a alguien que quiere lejos o, lo que es peor, lo tiene cerca y no puede demostrarle su cariño, amor y apoyo ni con abrazos ni con besos.
Creo que el mensaje que transmite la canción en su título es un deseo que todos tenemos en común: Que todo pase. Espero que no tarde mucho en pasar.
No es la primera vez que dedico entrada a esta canción. Y tampoco será la última que recurra a ella para levantar mi estado de ánimo. De hecho, creo que que esta vez he tardado demasiado en hacerlo. No sé el motivo. Puede que el miedo sea más fuerte por acumulación de sucesos y de recuerdos. El caso es que hasta hoy no me ha hecho el efecto que me suele hacer.
El tema, en cuestión, es "Someday I´ll Be Saturday Night" de Bon Jovi. Por letras e interpretaciones como esta es por la que este grupo siempre será mi grupo. Puede que haya temporadas que los escuche menos y puede que eche de menos su sonido inicial, pero el caso es que los sigo escuchando, me siguen emocionando y, en no pocas ocasiones, tranquilizando. Sí. Ahora mismo me siento como un jodido lunes. Pero sé que voy a estar bien, y me voy a volver a sentir como un sábado. Voy a poder volver a ser yo, porque aunque triste y asustada, estoy viva. Y hago todo lo que está en mis manos para sobreponerme. A veces, incluso, intento hacer más que de lo que puedo y me pasa factura, como ahora.
No sé qué pasará mañana. Porque esta vida es como es y es muy dada a darte bofetadas cuando menos te las esperas y cuando más débil te encuentras. Lo único que sé es que aunque me cueste horrores, me voy a levantar en cada caída, porque quiero volverme a sentir como un sábado por la noche.
Tengo la costumbre de despedirme cuando quiero terminar algo, cuando quiero cerrar un ciclo. Sin embargo, la canción de Julia Medina junto con Carmen Boza me ha hecho pensar.
¿Y si a veces ese “adiós” de voz no es necesario? Puede que se haya intentado ya esa justificación y se ha comprobado que no sirve de nada. O simplemente sea que seguir junto a esa persona nos haga daño. En ese caso, no me parece mala opción cortar de raíz y huir sin decir nada.
Al menos, eso es lo que he pensado al escuchar la canción "No me despedí" de estas dos gaditanas, y que podemos encontrar en el primer trabajo discográfico de Julia Medina, “No dejo de bailar”.
No me despedí-Julia Medina y Carmen Boza
Ya sé lo que me vas a decir
No te avisé mi intención de huir
Mensajes que nunca respondí
Se quedan aquí, tan dentro de mí
Solo traté de sobrevivir
Pero un fallo cometí
No me despedí, no me despedí
No me despedí
Tú me pides que te quiera y no me sale
La vida baila en libertad, tú ya lo
sabes
Duele más querer a medias y quedarse
Que pararme a contemplar tus malas
artes
Solo traté de sobrevivir
Sálvese quien pueda, tú búscate a ti
Yo no me despedí, no me despedí
No me despedí
Tengo que decir que no
Voy en otra dirección
Fue solo un momento, eterno, infinito
Y ahora camino sola
Si te preguntan, no cuentes media
historia
Ya llegué a la conclusión
No mendigo tu perdón
Fuiste el primero, mira qué cosa
Y ahora ponte a la cola
Se te olvidó que tengo memoria
No me despedí
No me despedí
Ya sé lo que me vas a decir
No lo vi venir, no lo vi venir
No creas que es fácil para mí
Largarme así, de puntillas
Soy la que se levanta y pierde su silla
Como en tu peor pesadilla
No me despedí, no me despedí
No me despedí
Tampoco a mí me entusiasma
esta huida fantasma
Esta vida que plasma la manera en que decidí
Destrozarlo todo, alejarme de ti
Pero siempre adelante quiero seguir
Sálvese quien pueda, tú búscate a ti
No me despedí, no me despedí
No me despedí
Tengo que decir que no
Voy en otra dirección
Fue solo un momento, eterno, infinito
Y ahora camino sola
Si te preguntan, no cuentes media historia
Ya llegué a la conclusión
No mendigo tu perdón
Fuiste el primero, mira qué cosa
Y ahora ponte a la cola
Se te olvidó que tengo memoria
No voy a pedir perdón
Por ir en otra dirección
A la que todos quisieran que vaya Tampoco quiero medallas
Esta cuarentena está dejando reencuentros interesantes. Yo, al menos, no pude evitar una sonrisa al ver a los cinco miembros de Backstreet Boys cantando I Want It That Way cada uno desde sus casas en un video para animarnos a no salir de casa por la pandemia que vivimos.
Por si se pasa por aquí alguna persona que también vivió la época dorada de Kevin, Nick, Brian, Howie, A. J., y fuera seguidora de esta boyband, no me resisto a colgar también la versión original del año 1999.
Nunca pensé que volvería a sentir un miedo similar al que sentí durante mi tratamiento de quimioterapia y al que tuve antes de someterme a dos intervenciones quirúrgicas, pero estaba equivocada. Ese miedo lo estoy sintiendo ahora. Es el temor que produce la incertidumbre de no saber qué va a pasar, de querer resistir y saber que vas a hacer todo lo que esté en tus manos para poder hacerlo, pero tienes la certeza de que hay situaciones que se te escapan de las manos a este control.
Estamos viviendo una pandemia mundial. En tiempos donde muchos se pensaban invencibles, llega un virus desconocido y desbarata todo. Afecta a todo el mundo, pero ataca pricipalmente a los más vulnerables: a ancianos y a personas con patologías respiratorias y un sistema inmunológico deficiente. Por eso, y para que podamos frenarlo entre todos, lo que comenzó siendo una recomendación, se ha convertido en una obligación: quedarnos en casa.
A veces es imposible cumplirla a rajatabla porque tenemos que ir a consultas médicas indemorables, tenemos que comprar alimentación para mantenernos, y muchas personas tienen que ir a trabajar porque su labor es imprescindible y necesaria.
¿El resto qué podemos hacer? Quedarnos en casa, que no es poco, porque es la única manera de frenar los contagios. Y para hacer esta cuarentena más llevadera, quiero destacar la iniciativa #yomequedoencasafestival que surgió a través de Instagram desde el primer fin de semana de encierro. Este festival consiste en conciertos de media hora a través de las cuentas oficiales de los cantantes, y ya han participado, entre otros muchos, Marta Soto, Vega, Vanesa Martín, Pastora Soler, Amaral, Nil Moliner, Funambulista, Dvicio, Efecto Pasillo, Miki Nuñez, Julia Medina... La lista es bastante extensa y hay artistas del panorama musical nacional de prácticamente todos los estilos. Es tan buena la aceptación que está teniendo esta iniciativa del manager Franchejo Blazquez, que por tercer fin se de semana consecutivo, va a haber otra edición.
Debo reconocer, que en estos momentos de incertidumbre, tensión y miedo, saber que mi familia y amigos están bien me ayuda a seguir adelante y la música es la que pone banda sonora a este empeño de resistir, y por momentos hasta consigue que me olvide del encierro obligatorio que estamos viviendo. Se puede decir que la música es mi antídoto para hacer más llevadera esta situación y, por eso mismo, la canción elegida para esta entrada es Antídotos (de andar por casa), del grupo asturiano Muñeco Vudú, y desde este humilde blog quiero dar las gracias a su vocalista Ivo Perez, por desearnos desde sus redes sociales los buenos días y las buenas noches con música.
Son muchos los cantantes que están aprovechando esta situción para poder regalarnos un poquito de su música a través de directos improvisados en sus redes sociales, como Natalia Lacunza, Manuel Carrasco o Alejandro Sanz. Pero también hay artistas que tal vez no sean tan conocidos como Rebeca Benavente, que también nos ameniza cantando temas que la han solicitado para que los dedique a sus familiares y amigos. La verdad es que solo hay que trastear un poquito en las redes sociales y verás que tu cantante favorito es muy probable que participe o haya participado en una iniciativa de este tipo.
Gracias a todos los que nos hacéis esta cuarentena mucho más llevadera.
La pasada madrugada, hubo cuatro representaciones españolas en la 92 ceremonia de los Oscar. Pedro Almodóvar y Antonio Banderas optaban a la estatuilla por su trabajo en la la película Dolor y Gloria; y Klaus, del director Sergio Pablos, estaba nominada como mejor película de animación. Ninguno de ellos la consiguió.
Sin embargo, Gisela, que es la voz "cantada" de Elsa en las dos películas de Frozen (de Disney) pudo cantar junto a otras 9 "Elsas" en el escenario del Dolby Theatre de Los Angeles, y de esa manera hacer historia, ya que es la primera vez que una cantante española puede actuar en esa ceremonia. Tengo que decir que, a pesar de que dieran mucho más protagonismo a la actuación de Idina Menzel, me gustó mucho que el resto de "Elsas" pudieran cantar en el idioma que normalmente cantan, aunque fuera una frase muy cortita. Este fue el resultado.
A mi me encantó. Aunque trasteando por Internet he descubierto una versión de este mismo mismo tema, no en diez idiomas, sino en 29 y me parece aún más espectacular. Eso sí, entiendo que por logística, colocar a casi treinta cantantes en un mismo escenario es un poquito más complicado. Pero hubiera sido bastante más equitativo y, culturalmente hablando, inmensamente más rico.
Tenía pendiente dedicar entrada al EP Otras Alas de la navarra Natalia Lacunza. Y hoy va a ser el día. La razón por la que he tardado tanto es porque no sabía muy bien cómo enfocar la entrada... o sí que lo sabía, pero no quería verlo. Ya que se trata de una despedida en toda regla. Me ayuda a despedirme de alguien que en realidad nunca llegó a estar.
Es curioso el mundo de los sentimientos. Cómo nos hacen pensar en exceso en quien no piensa tanto en nosotros. “Nada”. Eso es lo que hay y lo que siempre hubo. Pero con mi manía de pensar en exceso en las cosas, no vi "el veneno de tarántula”, y la "curiosidad" me hizo acercarme demasiado.
Estiré tanto la cuerda inexistente, que el frío quemó a esta gata negra a la que aunque "te alegras de ver", no es suficiente...
Y cuesta darse cuenta de que no "compartes mi mitad", pero ya es hora de empezar a buscar "Otras Alas", las mías, las que no necesitan de nadie más. Porque “no te veo”. Y no te veo porque no quieres verme, y aunque me ha costado más tiempo del necesario admitirlo... creo que ya no lo necesito.
Olivia es una canción curiosa. La navarra la bautizó con el nombre que podría haber sido su alter ego, y relata cómo la gustaría ser y no es en realidad. En mi caso, me recuerda a un cúmulo de cicatrices vividas, y con las que a pesar de todo, se sigue hacía delante.
Este EP se cierra con una Nana Triste, porque aunque sean necesarias para respirar, para avanzar, todas las despedidas, sin excepción, son tristes.