viernes, 16 de marzo de 2007

Viento

Te escapas entre mis manos
Como el viento
y por un momento
me dejas sola, perdida y vacía

Cuando lo necesito no puedo cobijarme en tus abrazos
pero se que siempre estas ahí, escondido en mi corazón
Pienso en tu sonrisa, sin poder olvidarte ni tocarte,
no soporto, no entiendo por qué no estás conmigo

Hay miles de razones
para echar a correr
y no parar nunca,
las palabras de esperanza
no valen para sentirte otra vez.

Cuando lo necesito no puedo cobijarme en tus abrazos
pero se que siempre estas ahí, escondido en mi corazón

Y apareces
en las canciones de siempre de Laboa
y en las fuertes olas de Lapatza

No te quiero volver a perder, cariño
pero como la luna por la mañana
te alejas de mí.

Escuchar la canción

Esta canción no fue con la conocí a Ken Zazpi, un grupo pop-rock gernikarra, pero sí con la que me conquistaron, porque me he identificado con ella en muchas ocasiones desde que la oí.

De los tres discos que tienen en el mercado, si tuviera que escoger canciones sueltas, mi selección sería la siguiente:

Zenbat min (Cuánto dolor) e Irri bat (Una sonrisa) del primer disco Atzo da Bihar (Ayer es mañana).
Haizea (Viento) e Ilargia (Luna) de Bidean (En el camino).
Zapalduen Olerkia (Poema de los oprimidos) de Gelditu dembora (Detener el tiempo).

Este último es una recopilación de temas de los anteriores trabajos en versión acústica. Temas como Zenbat min que en el disco inicial es bastante cañero, pierden poder roquero pero, en mi opinión, no calidad.

Batalla interior

¿Qué hacer cuando los sentimientos se empeñan en llevarle la contraria a la razón?

Esta pregunta me la he hecho siempre, y hasta la fecha siempre había sido más partidaria de la razón. El problema surge cuando por mucho que trate de negar lo que siento, ellos (los sentimientos) se niegan a doblegar. Puedo volverme más fría, aplacarlos de alguna manera, pero no se van… Se quedan ahí… Escondidos… Esperando volver a asomarse y recordarte lo bien que te sientes sintiendo (valga la redundancia).

La lucha con la razón se da cuando hay constancia de que no es bueno guiarse de esos sentimientos inocentes. Pero a ellos, aunque les hayan herido, no les importa. ¿Les gustará sufrir? Anteponen las mil sensaciones al dolor y el sufrimiento pensando que esta vez valdrá la pena. Si pueden ganarle la batalla a la razón… Tal vez sea porque vale la pena volverlo a intentar.

Pero si la duda persiste… por miedo principalmente… Tal vez los sentimientos se sienten un poco inseguros… O tal vez sea que ya no sienten con la misma intensidad…

Es difícil llevar esta batalla interior. Está claro que siempre queremos lo mejor para cada uno de nosotros y que en esta vida mucho es cuestión de suerte. Siempre nos sometemos a decisiones. Constantemente. Pero la mayoría de las veces ganan ellos. Sí que son fuertes los sentimientos. Más que nosotros.


The Pretenders - Human

lunes, 12 de marzo de 2007

Para soñadores

La niña soñaba con cuentos de hadas… la mujer sigue soñando…

Al crecer cambiamos. Por suerte, adquirimos más criterio y maduramos… La pena es que en ocasiones echamos por tierra ilusiones y sueños que tuvimos en la niñez.

Siempre he pensado que hay que luchar por lo que se quiere. No abandonar sueños. Y aunque no siempre lo he conseguido, estoy orgullosa de ser persistente. Bajo mi experiencia, doy fe de que todo termina llegando… Aunque a veces tarde más de lo que pensamos.

Estoy segura de que soñar y tener los pies en la tierra no es para nada incompatible.

“(Hey, hey, hey) This one's for the dreamers
(Hey, hey, hey) Doubting disbelievers
Get out of my way
I bend but I aint' breaking
Scared but I ain't shaking
Baby, you can sleep while I dream”


Return to innocence - Enigma

sábado, 10 de marzo de 2007

La importancia de las cosas

Es curioso lo que en ocasiones consideramos importante. En realidad no lo es tanto, pero a nosotros nos parece lo único que existe en el mundo y, por lo general, le damos más importancia de la debida hasta el punto de que llegamos a pensar que el mundo se ha parado y que no avanza. Que algo malo nos rodea o nos persigue. Una especie de aura maligna que cuando precisamente estamos mal por algo, todo se complica aún más. Y ocurre. Todo empeora.

“... If I don’t believe in Jesús, how can I believe in pope
If I don’t believe in heroine, how can I believe in dope
If there’s nothing but survival, how can I believe in sin
In a world that give you nothing, I need something... to belive in...”

Pero al final es cuestión de pensar, reaccionar o de que realmente te suceda una cosa realmente importante que te haga pensar que no es nada bueno preocuparse por estupideces. Y es cuando vuelvo a pensar que todo ocurre por algo. Tal vez para que aprenda la lección y no cometa el mismo error. O para afrontar mejor el día a día. O para tener una perspectiva diferente ante una situación. O ser más eficaz y eficiente en un futuro.


Además, si de algo se aprende es de los errores. De uno mismo.