lunes, 29 de diciembre de 2014

Balance

No sé por qué, pero me ha costado decidirme a escribir esta entrada. ¿La razón? No tengo muy claro cuál ha sido el balance del año. Sólo sé una cosa, que no es poca. Y es que, por primera vez en unos cuantos años, puedo decir que no ha sido tan malo como el anterior. O si pretendo ser positiva, digamos que, ha sido un año interesante.

Eso sí, comenzó siendo muy malo. Eso ya lo sabía del 2013, porque hay cosas contra las que no puedes luchar, y una de ellas son las enfermedades terminales. Mi madre tenía una de ellas. Así que, el segundo mes del 2014 tuve que despedir a una persona muy importante para mi. Sin embargo, tres meses después recuperé a otra persona que durante un tiempo creí perdida. Pero no. Sienta bien darse cuenta de que hay amigos que aunque “desaparezcan” durante un tiempo, en realidad siguen estando ahí. La verdad, creo que no me puedo quejar de los amigos que tengo.

Ha sido un año en el que he descubierto que no he perdido una de mis cualidades: la constancia. Y más más vale no perderla nunca, porque es un arma muy apañada sobre todo cuando ves que no hay más remedio que seguir intentando y seguir intentando hasta que se consiga el objetivo definido. Este año, uno de ellos se me ha escurrido de las puntas de los dedos... Pero en el 2015 estoy segura de que lo lograré.

Qué más, qué más... He publicado algún que otro articulillo por amor a la escritura (y a la música), he diseñado un par de anuncios para prensa y he gestionado más de una red social porque me niego a estar inactiva, a pesar de que sea muy complicado encontrar un trabajo remunerado y medianamente estable hoy en día. Así que, mientras lo encuentro... algo tengo que hacer. Por otro lado, he seguido formándome en lo que veo que me puede ayudar a mejorar mi CV.

Pero lo mejor de este año es ver que... he avanzado. A veces despacio... pero mientras sea para adelante, sé que el camino es el correcto. No sé lo que me deparará el año que viene, pero sí sé que estoy otra vez de pie y con ganas de seguir avanzando.

Go Ahead - Alicia Keys

 

lunes, 15 de diciembre de 2014

Desde las gradas

Lo reconozco. Soy de esas personas que cuando van a un concierto, las gusta estar abajo, entre el mogollón de gente, dando brincos, y cuanto más cerca del escenario, mejor. Sin embargo, este sábado fui a uno, pero no compré yo las entradas. Así que, me tuve que conformar con ver el concierto desde las gradas... mi primer concierto desde esa localización. Y, por supuesto, la sensación es totalmente diferente, pero lo más importante de todo es que disfruté muchísimo del espectáculo, porque iba con unas expectativas muy, muy altas y no me decepcionó.

¿De quien era? De Fito y Fitipaldis, en el Bilbao Exhibition Center, mucho más conocido para la gente de por aquí por sus siglas: BEC. Hablaba antes de expectativas, porque a pesar de que este grupo ha dado unos cuantos conciertos por Bilbao y alrededores, es la primera vez que yo iba a verlos. Pero siempre que le comentaba a alguien mi intención de ir, la respuesta era una crítica muy positiva: "te va a gustar", "está muy bien", "son muy buenos", "ya me gustaría ir a mi, pero me quedé sin entradas"... Así que, yo iba con ganas, pero con algo de miedo: "¿y si no son tan buenos?". Pero me gustó, y me sorpendió muy gratamente, ya que debo admitirlo: me gusta su música, pero no era seguidora del grupo a pesar de que me sabía muchas canciones. Sin embargo, me da que a partir de ahora les voy a seguir bastante más de cerca.

Me sorprendió escuchar un tema de Platero y tuve la gran suerte de escuchar la canción de la banda que más me gusta: Antes de que cuente diez. Me llamó la atención que Fito Cabrales cantaba casi todas las canciones enteras y que muy poquitas veces se callaba para que siguiera cantando el público y, además, cambiaba la melodía un poquillo. Todo ello permitía comprobar que su voz estaba en perfecto estado. Pero lo que me encantó fue el trabajo que hicieron los músicos encargados del piano, saxofón y guitarra.

Como digo en mi otra crónica, pelín más periodística, para mí estas dos horas y cuarto fueron como un coctel muy estudiado, y muy bien agitado para que el público disfrute de un producto y se quede con ganas de más... Así que, no me extrañaría nada que esta banda siguiera colgando el "entradas agotadas" en todos sus conciertos.

Antes de que cuente diez - Fito y Fitipaldis