sábado, 19 de junio de 2010

Rock in Río, Bon Jovi

Rock in Río Madrid. ¿El mejor festival del mundo? No lo sé. ¿El mejor organizado? Por lo menos el día del pistoletazo de salida, tengo mis dudas. Sin embargo, si hay algo que agradecer a la organización es que hayan traído a Bon Jovi para inaugurar el festival el pasado 4 de junio, dos años después de la última visita de la banda a nuestro país, y no siete u ocho como se comenta en prácticamente todos los medios de comunicación.

Música y calor. Mucho calor. Una hora antes de que abrieran las puertas de acceso en el lugar habilitado en Arganda del Rey para la celebración del evento, la longitud de la cola era bastante considerable y el sol hacía la espera mucho más larga. Esa hora fue prácticamente insoportable, animada eso sí con pitidos y abucheos a la organización.

Una vez dentro del recinto, y a pesar de que faltaban más de cinco horas para poder ver el concierto de la banda de New Jersey en el escenario Mundo, la gente se apresuraba a coger sitio lo más adelante posible. Según la organización, sólo 50.000 personas esperaban el inicio del concierto. Según una servidora, allí había unos cuantos más. Pero no me voy a entretener en ese pequeño detalle, y hasta me voy a saltar los conciertos de Macaco (que, al menos, salió del paso de suplantar a John Mayer mejor de lo esperado) y Pereza (que al contrario que su antecesor no lo logró y casi ni intentó meterse a la gente en el bolsillo; lo más destacable de su actuación fue la presencia en el escenario de Ariel Rot y Carlos Tarque cantando “Hace calor” de Los Rodríguez y que sí levantaron los ánimos al personal).

Doce y media de la noche. Las pantallas del escenario comienzan la marcha atrás: 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1…Y cinco minutos después aparecen los cuatro componentes de la banda, junto con Bobby Bandiera y Hugh McDonald. ¿Mereció la pena la espera? La primera canción del concierto de Bon Jovi dejó bien claro que sí. Saltos, gritos y desenfreno al reconocer los primeros acordes de “Blood On Blood”, todo un alegato a la amistad y un clásico que se encuentra en su cuarto disco: New Jersey. A pesar de que está siendo bastante recurrida en el inicio de esta gira, la reacción de los allí presentes demostró que no se la esperaban.

Segunda canción de la noche. Poco hacía falta para animar al personal, pero aún así Jon aprovechó los “Yeah, yeah, yeah” del estribillo de “We Weren’t Born To Follow”, del último trabajo, para que se levantaran los pocos brazos que no estaban arriba. No pudo faltar, por supuesto, el lucimiento del solo de guitarra de Richie Sambora en esta canción. Y así, una vez finalizada la letra, la música seguía y le sirvió de fondo a Jon Bon Jovi para saludar por primera vez a todos los que estaban allí. “Madrid, estáis conmigo?”. La continuación a ese “Shot through the heart and you're to blame you give love” le respondió que sí sin pestañear y sin dejar de corear el tema hasta el final.

Y después de dar mala fama al amor, clásico del Slippery When Wet y de los conciertos de la banda, tocaba volver a brincar y cantar sin parar a ritmo de “nanananananananana” después de un “two, threee, four!”. ¿Era necesario decir más? El espectáculo continuaba con “Born To Be My Baby” y es imposible no mencionar el espléndido solo que se marcó Sambora en este tema.

Jon se enfundó su Takamine negra para dar paso a “Lost Highway”, tema del álbum homónimo y aprovechó para animar al personal a base del “hey, hey” del estribillo y Mr. Sambo hizo lo propio con su guitarra.

Silencio. Breve pausa. Suena una tecla de piano. David Bryan continúa la pieza… In These Arms… El resto de instrumentos le acompañan y Jon Bon Jovi comienza a cantar esta canción del Keep The Faith. Tengo que reconocerlo. Siento debilidad por este tema. Así que, ya podéis imaginar lo que es no esperarla en el set list y que de repente suene con “baaaaaaaabyyyyy” incluidos. Toda la banda estuvo espectacular en esta canción.

Nuevamente Jon se dirigió a los asistentes y comentó que les deseáramos un muy buen día a todos aquellos que estaban viendo el concierto desde su casa, puesto que se estaba retransmitiendo en directo por televisión. Ya lo había dicho todo. Era el turno de “Have a Nice Day”. Roquera del mismo álbum, que dio paso a una balada del último trabajo. “When We Were Beautiful” sirvió para relajar un poco la euforia del momento y ceder el testigo a otro tema de The Circle con presentación incluida, “Superman Tonight”.

Sin soltar su guitarra, Jon comenzó a cantar “Captain Crash And The Beauty Queen From Mars”. Prácticamente tema fijo en los conciertos desde el Crush, y que a pesar de que en el disco pasa bastante desapercibido, en directo gana enteros y ya casi no hace falta ni que Jon marque el ritmo a seguir con los brazos arriba.

“Bad Medicine”. No podía faltar en Madrid, aunque sí tuvimos un par de sorpresas con este clásico del New Jersey. A mitad de la canción y aprovechando los toques de batería de Tico, Jon movió la cadera a lo Elvis dos veces, y luego dijo “Shakira, Shakira” antes de dar una vuelta entera en el sitio moviendo la cadera. La segunda sorpresa de la noche fue la petición de Jon a Bobby Bandiera de que se acercara y le diera algo que tenía para el. Así que, Bandiera hizo lo propio y comenzó a tocar la guitarra. Eran los acordes de “Roadhouse Blues”, de The Doors. Finalizado este segundo guiño, retomaron “Bad Medicine”. Aparentemente finalizado, Jon dijo eso de “One more Time”… Y no le defraudaron, no. El estribillo fue coreado con ganas una vez más y finalizado el tema con un “oe oe” que hizo las delicias del frontman.



¿Qué siguió? “It’s My Life”. Más saltos, más gritos, más manos arriba, más “oe, oe”, más ganas de que el concierto continuara... y continuó con un esplendido “Someday I’ll Be Saturday Night” en acústico. Y de una canción en su versión lenta, a otra lenta que despertó los gritos de sorpresa entre todos los asistentes. “Hallelujah” de Leonard Cohen. Lucimiento vocal de Jon Bon Jovi y regalo para los oídos de todos los que estaban allí.

Era turno de cambiar registro musical y este concierto era una fiesta en toda regla. “I’ll Sleep When I’m Dead” recogió el testigo. Palmas a ritmo de batería. Jon y Richie marcando el ritmo de guitarra. Y más de 50.000 personas cantando esta canción que anima en cuanto suena el primer acorde.

“Es 1984”, dice Jon terminando la canción. Acaba de presentar la siguiente: “Runaway”. David Bryan comienza la intro del primer tema de la banda y que les catapultó a la fama. No pasa el tiempo por esta canción, y el sonido ochentero brilla con luz propia.

Nuevo cambio musical y generacional ya que la siguiente canción fue “Work For The Working Man”, crítica social que habla del paro en los días que corren, y segundo sencillo del último trabajo. Manos arriba cada vez que la canción solicitaba “¡trabajo!” y Jon arrodillado en el suelo al finalizar la canción.

Giro musical de nuevo. Sonido Country en Arganda del Rey a ritmo de “Who Says You Can’t Go Home”. A base de “It’s Alright” que replicaban a los del líder de Bon Jovi continuaba el espectáculo.

¿Última canción de la noche? Eso pareció por un momento. Con maracas en la mano, Jon se marcó un “Keep the Faith” que todos los que le veían estaban esperando. Por lo tanto, sobra decir que fueron coreados todos “Faith” de este tema y la canción entera. Pero… ¿última canción? Jon se despide y da las gracias con una cara que refleja que no se esperaba una acogida tan buena en Madrid. Pero para algo es el líder de la banda, y si dice que se ha terminado el concierto, será que sí…

La gente comenzó a llamarles, a pedirles otra. Fueron los únicos del escenario Mundo a los que se le pidió que continuaran cantando. Faltaba el Wanted, faltaba el Livin’… ¿Se iban a ir de Rock in Río sin esos dos temas? Por supuesto que no. El grupo salió de nuevo al escenario y comenzaron a sonar los acordes de la guitarra de Richie. Tantas eran las ganas de seguir disfrutando del concierto, que la gente empezó a cantar la canción antes que Jon. Algo que al líder de la banda le agradó y dijo: “os sabéis la letra, verdad?”. Siguió sonando la intro de guitarra y Jon comenzó a cantar para callarse en breve, porque la gente le recogió el testigo. Primera estrofa y estribillo cantados por la gente y haciendo incluso la segunda voz de Richie en ese “Wanted Dead Or Alive”. Las caras de la banda seguían reflejando sorpresa. Más agradecimientos en castellano.

Esta vez sí que sí. Livin’ On a Prayer cerró el concierto. Un cierre impresionante en el que Jon alzó micro para que se escuchara mucho mejor, si cabe, la entrega de los asistentes. Nada de terminar con “ooooooooooooh” habituales últimamente. Estribillo una y otra vez, como se termina este tema en el disco.



Si es verdad que la visita a este país el año que viene dependía de lo que ocurriera esa noche, creo que los seguidores de la banda se la han ganado a pulso. Y una vez más, Bon Jovi ha podido comprobar que, a pesar de todo, tienen seguidores que les quieren y que se niegan a desperdiciar la oportunidad de disfrutar de ellos en directo.

También publicada en DestinoRock.

3 comentarios:

EsSa dijo...

Lo prometido es deuda, y ahí tenéis la crónica, con un par de videos para que podais ver un poco el ambiente.

¿Es normal que se me sigan poniendo los pelos compo escarpias al verlo?

Anónimo dijo...

Y tan normal... Yo no tengo ni que verlo, es pensar en ese Superman y... uffff... xddd

Enhorabuena por la crónica. Seguramente sea la TV, que enfría mucho pero, palabra que es la primera vez, desde que vi el concierto, que alguien ha conseguido despertarme el gusanillo y hacerme desear dar unos saltos por los viejos tiempos.

Y digo yo... No te ves colaborando con unas maracas o lo que se tercie, allí en mitad del escenario, para que me apunte al próximo, verdad? xddd

Un beso, guapa. Y gracias otra vez por ese Wanted...

EsSa dijo...

Hola guapo!

No me esperaba leerte por aquí!!! Gracias por el comentario, y... no sabes lo que me alegra que te haya hecho querer dar unos saltos por los viejos tiempos ;-)

No hay nada que agradecer, vayas o no al próximo, si suena el Wanted o el Livin' (y sonarán) inevitable no acordarme de ti.

Un beso!