Anoche se celebró la 35.ª edición de los premios Goya. En ella participaron actrices y cantantes de talento reconocido con importantes premios. Sin embargo, unos hombres que estaban comentando la ceremonia, lo que veían no era el talento de esas mujeres, sino su físico. Una salió “bien parada” al juicio de estos hombres, en detrimento de las otras dos. Los tres comentarios, incluso el “positivo” fueron absolutamente denigrantes y tremendamente misóginos.
La pena es que, aunque nos quieran hacer creer lo contrario, esta situación no es para nada un caso aislado. Por eso es tan importante que no decaigan las reivindicaciones del 8 M. Entiendo que este año la manifestación no sea la forma más adecuada de hacerlas. Lo entiendo y lo comparto. Pero habrá que utilizar otro tipo de medios para realizarlas. Este es el mío: no necesito ir a una manifestación mañana, pero necesito mostrar mi enfado e indignación. El día Internacional de la mujer trabajadora es necesario porque aunque se han conseguido muchos derechos, no son suficientes. Tal y como se comprobó anoche, falta mucho por hacer. Hay, incluso, quien justifica esos comentarios diciendo que es “una conversación privada” y que “solo son opiniones”. Está claro que puedes no compartir una opinión, pero si vas a juzgar a otra persona, hay que hacerlo siempre desde el respeto. Y respeto fue lo que les faltó a estos hombres en sus "apreciaciones".
Pensaba yo que que no iba a tener una canción que expresara lo que siento, pero sí la tengo. El pasado mes de enero, la cantante Zahara publicó Merichane. Un tema que enumera muchas situaciones que, por desgracia, las mujeres han vivido (y siguen viviendo) alguna vez en su vida. No son para nada agradables y muchas son tan frecuentes que a veces parecen normalizadas. Pero no son para nada normales. No tenemos que sentir miedo cuando vamos solas por la calle, no tenemos que estar obligadas a hacer lo que se considera que "se debe hacer" para complacer a nuestras parejas, por poner solo dos ejemplos.
Zahara estaba ahí. Yo estaba ahí. ¿Y tú? ¿también estabas?
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