sábado, 10 de marzo de 2007

La importancia de las cosas

Es curioso lo que en ocasiones consideramos importante. En realidad no lo es tanto, pero a nosotros nos parece lo único que existe en el mundo y, por lo general, le damos más importancia de la debida hasta el punto de que llegamos a pensar que el mundo se ha parado y que no avanza. Que algo malo nos rodea o nos persigue. Una especie de aura maligna que cuando precisamente estamos mal por algo, todo se complica aún más. Y ocurre. Todo empeora.

“... If I don’t believe in Jesús, how can I believe in pope
If I don’t believe in heroine, how can I believe in dope
If there’s nothing but survival, how can I believe in sin
In a world that give you nothing, I need something... to belive in...”

Pero al final es cuestión de pensar, reaccionar o de que realmente te suceda una cosa realmente importante que te haga pensar que no es nada bueno preocuparse por estupideces. Y es cuando vuelvo a pensar que todo ocurre por algo. Tal vez para que aprenda la lección y no cometa el mismo error. O para afrontar mejor el día a día. O para tener una perspectiva diferente ante una situación. O ser más eficaz y eficiente en un futuro.


Además, si de algo se aprende es de los errores. De uno mismo.

1 comentario:

Laurock dijo...

Tienes toda la razón, con los errores se aprende más de uno mismo.
Aunque aveces pensemos que todo lo malo se nos acumula cuando tenemos algún problema, en realidad solo vemos las cosas negativas de todo.
Y eso lo se yo...

Me alegro de que me hayas invitado a tu nuevo blog!

Un montón de besitos y como dices bienvenido donde quiera que estes a este nuevo blog!

PD: Ya estas linkeada ;)