Tenía pendiente dedicar entrada al EP Otras Alas de la navarra Natalia Lacunza. Y hoy va a ser el día. La razón por la que he tardado tanto es porque no sabía muy bien cómo enfocar la entrada... o sí que lo sabía, pero no quería verlo. Ya que se trata de una despedida en toda regla. Me ayuda a despedirme de alguien que en realidad nunca llegó a estar.
Es curioso el mundo de los sentimientos. Cómo nos hacen pensar en exceso en quien no piensa tanto en nosotros. “Nada”. Eso es lo que hay y lo que siempre hubo. Pero con mi manía de pensar en exceso en las cosas, no vi "el veneno de tarántula”, y la "curiosidad" me hizo acercarme demasiado.
Estiré tanto la cuerda inexistente, que el frío quemó a esta gata negra a la que aunque "te alegras de ver", no es suficiente...
Y cuesta darse cuenta de que no "compartes mi mitad", pero ya es hora de empezar a buscar "Otras Alas", las mías, las que no necesitan de nadie más. Porque “no te veo”. Y no te veo porque no quieres verme, y aunque me ha costado más tiempo del necesario admitirlo... creo que ya no lo necesito.
Olivia es una canción curiosa. La navarra la bautizó con el nombre que podría haber sido su alter ego, y relata cómo la gustaría ser y no es en realidad. En mi caso, me recuerda a un cúmulo de cicatrices vividas, y con las que a pesar de todo, se sigue hacía delante.
Este EP se cierra con una Nana Triste, porque aunque sean necesarias para respirar, para avanzar, todas las despedidas, sin excepción, son tristes.
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