lunes, 12 de junio de 2017

Espectáculo y reconciliación

Foto: Luis Ángel Gómez (El Correo Digital)

Noche de espectáculo, bailoteo, canciones y reconciliación. Sí, anoche servidora se reconcilió con Ricky Martín después de 19 años. Y es que allá por el año 1998, el cantante boricua y yo tuvimos un pequeño “encontronazo”, al tener que “sufrir” una de sus canciones hasta la saciedad en un examen de la carrera. Pero ayer, el artista de Puerto Rico llegó al Bilbao Exhibition Center (BEC) con muchas ganas de fiesta y de hacer un concierto fin de gira a la altura de los anteriores. Y lo consiguió.

Las puertas se abrieron a las 18:30 y a eso de las 20:00, la cola para acceder al Bizkaia Arena era aún considerable. En este último concierto no pudimos escuchar al grupo juvenil CNCO cantando su Reggeaton lento, pero Ricky Martin compensó la ausencia de teloneros, la espera y su pequeño retraso con creces. Ataviado de traje negro y camisa blanca dio el pistoletazo de salida con el tema “Mr. Put It Down”. No se echó mucho en falta a Pitbul viendo el elenco de músicos, bailarines y bailarinas que acompañaban a Martin en su coreografía. “This Is Good”, “Drop it On Me” y “Shake Your Boom-Boom”, en el que intercaló algún que otro “mueve tu culo” continuaron el inicio de un set list que inauguraba saltos, manos arriba, movimientos de cadera y todo lo que cada uno y una quisiera mover a las órdenes del cantante.

Las voces de los asistentes se escucharon bastante más con el primer tema en español de la noche: Adrenalina. Y se calmaron un poquito los ánimos, pero no las ganas de de fiesta, con la primera balada del espectáculo: “Tal vez”. “Livin’ La Vida  Loca” volvió a poner en pie a la grada y a mover y hacer bailar a los que le veían en pista, y lo mismo sucedió con “It’s Alright”. El atuendo escogido para esta canción causó sorpresa, ya que, Ricky Martin salió al escenario ataviado con una falda escocesa negra.

Al término de la canción, el puertorriqueño volvió a desaparecer unos instantes, y las pantallas enormes situadas a ambos lados del escenario mostraron imágenes de la fundación Ricky Martin, que denuncia la trata humana y se centra en la defensa de los derechos humanos en la infancia y la juventud. El tema elegido para ambientar estas imágenes fue “Asignatura pendiente”. “Tu recuerdo” fue la siguiente canción interpretada y muy coreada por el público. Antes de empezar a entonar el siguiente tema, el cantante solicitó la ayuda de los asistentes por si “se le olvidaba la letra”, y las casi 10.000 personas allí reunidas no tuvieron ningún problema en ayudarle a cantar “Te extraño, te olvido, te amo”. “Vuelve” puso fin a las baladas por un rato.



Tocaba cambio de tercio y, a pesar de que Maluma no le acompañaba, no creo que Ricky Martin se sintiera muy solo cantando “Vente P’acá”.  “Adiós” fue la siguiente canción, y a su fin comenzó  un popurrí de ritmos latinos, que a pesar de sus años, seguían muy presentes en la memoria del público: “Lola Lola”, “María”, “La bomba” y “Por arriba, por abajo”. Esta última canción le dio pie a hacer un juego y separar a los asistentes en dos, para bailar sin vergüenzas.  Y, además, anunció como último tema de la noche.

Pero las luces seguían apagadas, lo que hacía sospechar un bis, por lo menos. Así fue. Vestido de blanco, salió al escenario a marcarse un nuevo baile al son del tema “Pégate” y seguir el ritmo al elenco de coreografía  con el tema “La Copa de la Vida” (canción de la discordia en mi etapa universitaria). Prueba de fuego superada. Entonar estrofas y estribillo sin ningún tipo de acritud reveló que estoy otra vez preparada para volver a mis orígenes musicales (al menos durante cerca de hora y 40 minutos), y disfrutar de un concierto que el cantante boricua puso fin con el tema reggeatonero “La mordidita”; agradeciendo, cómo no, la asistencia.

Humo y confeti envolvieron las primeras filas de los que seguían el show desde la pista, y taparon las varias banderas que algunos asistentes sostenían. Ahora sí.  Las luces se encendieron, los músicos dejaron sus puestos y se acercaron al escenario a saludar y lanzar las baquetas a la pista. Seguía sonando Ricky Martin, pero esta vez no era en directo. A ritmo de “Vente P’acá”, y aún con el ritmo en el cuerpo después de tanto baile, comenzamos a salir del Bizkaia Arena.

Foto: Mía

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