Hay conciertos que se hacen esperar y, en ocasiones, la crónica del mismo, también. Eso es lo que me ha ocurrido a mí con un concierto de Rosana. Llevaba mucho tiempo queriendo ver a esta artista canaria, pero entre unas cosas y otras, nunca me era posible. Sin embargo, este año tuve la oportunidad y, además, ni siquiera tuve que desplazarme mucho para verla cantar, ya que actuó en las fiestas de mi municipio. Pero, entre unas cosas y otras, también, me ha sido imposible sentarme tranquila a poder escribir un texto sobre este concierto.
El pasado martes 18 de julio, Rosana Arbelo se pasó por primera vez por Santurtzi, para
presentarnos su último trabajo discográfico
“En la memoria de la piel” y, de paso, hacer un pequeño recorrido por su
carrera discográfica. Antes de comenzar la actuación, probó un poquito todos
los instrumentos que la acompañarían en el concierto. La primera canción fue “No
habrá dios” y la segunda “Tu cruz por la cara”. Pero sin duda, la tercera
canción hizo que la gente que se acercó al recinto en el que se instaló el escenario
se animara a acompañar a la cantante con
letra de “Sin miedo”. Si no me
falla la memoria, fue al finalizar este tema, cuando Rosana aprovechó a
presentarse y animar aún más a los asistentes.
“No olvidarme de olvidar”, “Soñaré” y “Hoy” fueron las
siguientes canciones que se escucharon, acompañadas en todo momento de mensajes
que transmitían positividad al 100% en las pantallas del escenario. “Silencio”,
“Todo es empezar” y “Llegaremos a tiempo”, cedieron el paso a otros tres temas
del último disco: “El cielo que me das”, “Con una hora menos” y la homónima, “En
la memoria de la piel”.
Se acercaba el final del concierto, y la cantante canaria
amenazaba con terminar, pero nos tenía alguna que otra sorpresa preparada. El tema “Con viento a favor” nos animaba a atrevernos a vivir esta vida
con alegría, y la balada “Si tú no estás” nos transportó a su presentación
musical, con el disco “Lunas rotas”. En este primer disco también estaba el
tema “A fuego lento” y fue el que dio
paso a un popurrí que la artista decidió cantar bajada del escenario, entre la
gente que la estaba viendo en las primeras filas. Un gesto con el que si a estas
alturas del concierto, ya tenía conseguida la atención del público, terminó por
meterse a todos los asistentes en el bolsillo (al menos ese fue mi caso). Ahí,
rodeada de gente, cantó un trocito de los temas “Contigo” y “El talismán”, para
retomar la canción “A fuego lento” y cerrar el medley, y el concierto,
aparentemente. ¡Casi se me olvida! No se la olvidó donde estaba cantando, y también
cantó un trocito de la canción santurzana por excelencia “Desde Santurce a
Bilbao”.
No, aún quedaba concierto. Por suerte, hicieron caso a los “beste
bat” que los y las que estábamos allí gritábamos. Salieron, agradecieron y
retomaron canciones. “Pa’ti no estoy” y “Mañana” sí que sí, pusieron broche a
un concierto que, como he dicho al principio de esta entrada, llevaba mucho
tiempo queriendo disfrutar. Y, a pesar de de que eché en falta alguna que otra
canción en particular (dos, para ser sincera), espero poder volver a cantar y
bailar en un concierto de Rosana Arbelo, porque
no me defraudó para nada. Alegría, simpatía y positividad es lo que se
respiró esa noche de fiestas de El Carmen.
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