domingo, 24 de septiembre de 2017

Lo bueno se suele hacer esperar


Hay conciertos que se hacen esperar y, en ocasiones, la crónica del mismo, también. Eso es lo que me ha ocurrido a mí con un concierto de Rosana. Llevaba mucho tiempo queriendo ver a esta artista canaria, pero entre unas cosas y otras, nunca me era posible. Sin embargo, este año tuve la oportunidad y, además, ni siquiera tuve que desplazarme mucho para verla cantar, ya que actuó en las fiestas de mi municipio. Pero, entre unas cosas y otras, también, me ha sido imposible sentarme tranquila a poder escribir un texto sobre este concierto.

El pasado martes 18 de julio, Rosana Arbelo  se pasó por primera vez por Santurtzi, para presentarnos su último trabajo discográfico  “En la memoria de la piel” y, de paso, hacer un pequeño recorrido por su carrera discográfica. Antes de comenzar la actuación, probó un poquito todos los instrumentos que la acompañarían en el concierto. La primera canción fue “No habrá dios” y la segunda “Tu cruz por la cara”. Pero sin duda, la tercera canción hizo que la gente que se acercó al recinto en el que se instaló el escenario se animara a acompañar a la cantante con  letra de “Sin miedo”.  Si no me falla la memoria, fue al finalizar este tema, cuando Rosana aprovechó a presentarse y  animar aún más a los asistentes.

“No olvidarme de olvidar”, “Soñaré” y “Hoy” fueron las siguientes canciones que se escucharon, acompañadas en todo momento de mensajes que transmitían positividad al 100% en las pantallas del escenario. “Silencio”, “Todo es empezar” y “Llegaremos a tiempo”, cedieron el paso a otros tres temas del último disco: “El cielo que me das”, “Con una hora menos” y la homónima, “En la memoria de la piel”.

Se acercaba el final del concierto, y la cantante canaria amenazaba con terminar, pero nos tenía alguna que otra sorpresa preparada.  El tema “Con viento a favor”  nos animaba a atrevernos a vivir esta vida con alegría, y la balada “Si tú no estás” nos transportó a su presentación musical, con el disco “Lunas rotas”. En este primer disco también estaba el tema  “A fuego lento” y fue el que dio paso a un popurrí que la artista decidió cantar bajada del escenario, entre la gente que la estaba viendo en las primeras filas. Un gesto con el que si a estas alturas del concierto, ya tenía conseguida la atención del público, terminó por meterse a todos los asistentes en el bolsillo (al menos ese fue mi caso). Ahí, rodeada de gente, cantó un trocito de los temas “Contigo” y “El talismán”, para retomar la canción “A fuego lento” y cerrar el medley, y el concierto, aparentemente. ¡Casi se me olvida! No se la olvidó donde estaba cantando, y también cantó un trocito de la canción santurzana por excelencia “Desde Santurce a Bilbao”.


No, aún quedaba concierto. Por suerte, hicieron caso a los “beste bat” que los y las que estábamos allí gritábamos. Salieron, agradecieron y retomaron canciones. “Pa’ti no estoy” y “Mañana” sí que sí, pusieron broche a un concierto que, como he dicho al principio de esta entrada, llevaba mucho tiempo queriendo disfrutar. Y, a pesar de de que eché en falta alguna que otra canción en particular (dos, para ser sincera), espero poder volver a cantar y bailar en un concierto de Rosana Arbelo, porque  no me defraudó para nada. Alegría, simpatía y positividad es lo que se respiró esa noche de fiestas de El Carmen.  

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