Hoy, un seísmo de 5.1 grados en su epicentro ha azotado el país. A pesar de que se ha sentido más en una localidad de Ciudad Real, otras ciudades españolas como Asturias, Valencia y Andalucía han podido sentirlo. Leer la noticia aquí.
En el País Vasco no se ha sentido (al menos, yo no lo he sentido), pero durante nueve meses en El Salvador sentí unos cuantos de distintas magnitudes y la más alta fue la de uno de 6.8 grados (7.2 en la Costa de Guatemala, donde fue el epicentro). Recuerdo que la prensa salvadoreña lo calificó de “temblor de intensidad moderada”, pero no lo catalogó de terremoto. Sin duda, de esta noticia lo que más me ha llamado la atención es la relevancia que se le ha dado. Desde un punto de vista periodístico, sin duda es noticia porque aquí es algo que no es habitual. Pero desde un punto de vista personal y que además ha sentido unos cuantos, la sensación que yo percibí allí es que a esa intensidad la tierra se mueve sin más, y sobre todo (y gracias a Dios), si no hay que hablar de daños personales (que no suele ser habitual). Aunque sí que es cierto que daños materiales, como grietas en las casas, sí que puede llegar a causar.
1 comentario:
Aquí en Córdoba también lo hemos notado! Al principio pensé que era mi perro haciendo "jaleo" para que lo sacase a la calle, hasta que empezó a temblar la tele y a crujir las paredes!!!
Saludos
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